La flagrante llegada del e-commerce de mano de la digitalización y la rotura de barrera de cara al usuario ha sido un fenómeno acelerado que ha llegado a nuestros días, incluso terminando con negocios físicos sin vuelta atrás.
Pero, ¿Cómo compiten los pequeños comercios si no tienen la posibilidad de desarrollar todos los medios que necesitarían tanto a nivel plataforma como producción para seguir adelante?
Aquí es donde radica la gran diferencia entre ambos conceptos o formas de poner nuestros productos de venta en internet.
Muchos de los pequeños comercios han optado por probar a comercializar a través de los marketplace, dónde renuncian a parte de ganancias, pero, que les dan la posibilidad de probar, testear y darse a conocer a pesar de que la competencia sea infinitamente mayor.
Básicamente, un e-commerce sería la tienda online de cualquier marca o negocio y el Marketplace sería amazon, alibaba, etc.
Ambas formas de desarrollo de negocio impuesta por los nuevos tiempos han sido una revolución por provocar y sobre todo con la pandemia producciones superiores a las que se conocían y plazos de ritmos frenéticos sólo competitivos si automatizamos los almacenes en todos o el algunos de sus procesos mejorando también, nuestro fullfilment o cadena de suministro.
Según datos del CNMCData, el e-commerce en España creció en 2020 un 20 % y según previsiones crecerá a lo largo del 2021 hasta en un 24 % más.
El nuevo perfil de usuario o cliente ha llegado para quedarse y se ha forjado en sectores como el textil o moda, suscripciones en canales de tv o alimentación.
Todo indica que el futuro estará ineludiblemente ligado a esta forma de venta ya sea como indicamos de una u otra forma lo que garantiza un futuro de la mano de la automatización que, ligada a la investigación y las mejoras siempre será un hito para que los negocios vayan planteándose nuevos retos de crecimiento y cumplimiento u ofrecimiento de nuevos servicios para sus clientes .