Este tipo de almacenaje es el mejor para mercancías que requieren cortos periodos de almacenamiento, que son estacionales o que por eficiencia de la cadena de suministro, precisan un almacén intermedio (de tránsito) antes del almacén de destino último.
Su objetivo es mejorar la organización y el flujo de mercancías antes de su distribución o procesamiento.