Los puertos españoles, por su posición geoestratégica, su conectividad y su competitividad, son los grandes facilitadores del comercio internacional. Pero, además, están llamados a desempeñar un papel esencial en el avance de la sostenibilidad, a potenciar la innovación y el uso de tecnología para hacer sus procesos más eficientes, y a coexistir en armonía con las ciudades que los albergan